En el mundo del ciclismo, pocos nombres generan tanta admiración y controversia como el de Tadej Pogacar.
Recientemente, el esloveno conquistó su cuarto Tour de Francia, consolidándose como uno de los grandes dominadores de la era moderna. Sin embargo, su éxito no ha estado exento de críticas y sospechas.
Un reciente artículo publicado por varios medios internacionales, incluido France24, ha puesto en duda su desempeño, planteando serios cuestionamientos sobre la legitimidad de sus hazañas.
Entre las principales acusaciones se encuentran posibles prácticas de dopaje, incluyendo el uso de microdosis de EPO y hasta el uso de dopaje genético.
Además, se mencionan los antecedentes del director técnico de su equipo, UAE Team Emirates, Mauro Gianetti, quien en el pasado estuvo vinculado a escándalos de sustancias prohibidas.
Aunque no hay pruebas concretas contra Pogacar, el artículo señala que estas asociaciones generan desconfianza.
«También persisten sospechas de dopaje mecánico: el uso de un motor en la bicicleta. Sospecha alimentada porque Pogacar rara vez se pone de pie sobre los pedales. No obstante, la UCI revisa regularmente las bicis, y la lucha contra este tipo de fraude está en manos de un exagente antiterrorista estadounidense». MSN Deportes
Uno de los puntos más polémicos es lo que se comenta dentro del pelotón internacional. Varios ciclistas, bajo el anonimato, califican el nivel de Pogacar como «mutante», afirmando que sus registros de potencia en las subidas superan lo humanamente posible.
«No es normal recuperarse tan rápido o atacar una y otra vez sin mostrar fatiga», declaró un corredor citado en el informe.
Pogacar, por su parte, ha negado enérgicamente cualquier irregularidad, atribuyendo su rendimiento a una preparación meticulosa y a una genética privilegiada. Sin embargo, en un deporte marcado por escándalos de dopaje, las dudas persisten.
Las críticas llegan hasta la comparación con el ciclista de los Estados Unidos Lance Amstrong, a quien nunca le identificaron un resultado positivo en las pruebas de dopaje, pero luego le quitaron sus siete títulos de Tour de Francia conseguidos entre 199 y 2005.
«Para colmo, Pogacar siempre parece ir sobrado, respondiendo ataques sin levantarse del sillín y rompiendo récords de ascensión. El año pasado pulverizó el del Plateau de Beille, que tenía Marco Pantani en plena era EPO, y este año superó el de Iban Mayo en el Mont Ventoux «sin forzar demasiado las piernas». www.Acento.com.do
Mientras los aficionados en Zipaquirá y la Sabana Centro debaten su legado, una pregunta queda en el aire: ¿Estamos ante un fenómeno sin precedentes o hay algo más detrás de sus triunfos?
El ciclismo mundial en los secretos de Pogacar
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